Para muchas personas, una de sus grandes preocupaciones después del periodo navideño es la de bajar el peso ganado tras los excesos. Sin embargo, debemos tener cuidado de no caer en dietas milagrosas o productos detox que además de no ser necesarios podrían ser dañinos para nuestra salud.
¿Qué es la alimentación consciente?
Comer de forma consciente consiste en concentrarnos en la comida que ingerimos, poniendo atención a los pensamientos, emociones y sensaciones que suceden antes, durante y mientras comemos.
Es decir, que nos enfoquemos y seamos conscientes de la experiencia que vivimos mientras nos alimentamos.
Con el ritmo de vida que llevamos hoy en día, muchas veces nuestra atención no está plenamente centrada en lo que estamos realizando. Solemos hacer varias actividades a la vez (por ejemplo, utilizar el teléfono) o tenemos prisa (y comemos rápido, en pocos minutos).
La alimentación consciente pretende que nos centremos en el acto de comer, que aprendamos a notar la saciedad y a diferenciar entre el hambre física y el hambre emocional. Es decir, que escuchemos a nuestro cuerpo e identifiquemos las señales que nos indican cuándo debemos comer o no hacerlo, apreciando los sabores, texturas, olores y colores de un alimento.
La alimentación consciente no es una dieta. No supone renunciar a ningún alimento ni seguir unas normas alimentarias. Las personas, son libres de elegir qué y cómo comer en cada momento, siendo conscientes de las sensaciones de nuestro cuerpo en el “aquí y ahora”.
¿Cómo comer de forma consciente?
Para llevar a cabo una alimentación consciente en tu día a día es necesario prestar atención a su forma de comer de un modo integral.
Consejos que pueden ayudarle:
Si no tiene hambre, no coma. Es preferible ser consciente de las señales que su cuerpo envía de apetito y saciedad, en vez de comer según la hora del reloj. Hay que aprender a separar el hambre real del hambre emocional.
Preste atención a lo que está comiendo. Elimine las distracciones innecesarias mientras come, como usar el teléfono, ver la televisión u otros aparatos electrónicos (tableta, computadora, etc.).
Coma tranquilo y sin prisa. No esté pendiente del reloj. Es importante que dedique el tiempo necesario para comer y que sea en un ambiente tranquilo, relajado y agradable. Por ejemplo, no desayunar deprisa porque llegará tarde al trabajo.
Mastique despacio y saboree los alimentos. Dedique tiempo a cada bocado, así será consciente de lo que está comiendo y la digestión será más fácil.
Aprecie con los cinco sentidos lo que está comiendo. Note el sabor y la textura de los alimentos. Coma en un entorno lo más agradable posible. Por ejemplo, que sea luminoso, tranquilo y ordenado.
Seguir estas pautas de alimentación consciente no es algo que se cambie de un día para otro. Pero teniendo ganas y algo de tiempo puede ayudarle a llevar una alimentación mucho más saludable.
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